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martes, 20 de diciembre de 2011

Eventos pasados y Gloom Cookie

Bueno... de nuevo por aquí a publicar cosas con retraso y otras más actuales...
En primer lugar hablar de la velada nocturna, que aconteció hace ya más de una semana. La visita al cementerio, a pesar de que yo y mis acompañantes llegamos tarde, para variar, estuvo la mar de interesante. El ambiente era de lo más propicio pues, aunque el frío quizás no era lo que más gustase, la niebla nocturna era perfecta para la ocasión. Paseamos, como estaba previsto, por la zona antigua del cementerio, descubriendo los misterios de algunas de las tumbas de mano de la guía. Nos fueron desveladas curiosidades tales como lo asombrosamente fácil que puede llegar a ser robar en el cementerio de Torrero. Sin ir más lejos, aún se desconoce quiénes y cómo robaron una escultura de hierro de dos metros, entre otras cosas.
La posterior velada en el Teatro de las Ánimas no se quedó corta tampoco. Azahara Pintanel, nuestra anfitriona, por decirlo de alguna forma, abrió la velada recitándonos el poema El vampiro de Charles Baudelaire, para después bailar gothic belly dance al son de Evanescence y su Sally's Song. Hubo otro baile de manos de una de sus alumnas y varias lecturas, además de dos sorteos de libros (por desgracias yo jamás gano nada en estas cosas).
En resumen, una fantástica noche que estaré encantada de repetir para marzo, cuando, según dijeron, se organizará otra Velada Nocturna.

También estuve este fin de semana en el Salón del Cómic de Zaragoza. Un tanto decepcionante este año, ya no porque hubiese que pagar 1 euro por la entrada, que hasta ahora había sido gratis, y algo que personalmente no me importa, sino porque creo que estaba menos animado y había menos variedad que otros años. Pero me lo pasé igualmente bien e incluso salí felizmente habiendo comprado los cinco cómics (que por lo que he mirado por ahí me huele a que la hay más después) de Gloom Cookie, de Serena Valentino y Ted Naifeh, por menos de la mitad de su precio. Admito que, cuando gasté mi dinero en ellos, no tenía ni idea de qué iban. Pero, como hiciese en su momento con Lenore y tantos otros, me sentí atraída por el dibujo (y el precio) y no me ha decepcionado, de hecho, ¡me encanta!
Y ya puesto que menciono a Lenore, tampoco es casualidad, ya que sospecho que ambos dibujantes deben tener algún tipo de amistad... No solo porque Chrys, de Gloom Cookie, lleve una camiseta de Lenore, sino porque fue ver a Sebastian y su monstruo y acordarme automáticamente de las fiestas de té de la pequeña niña muerta... ¡en las cuáles aparecen!
Bueno, resumiendo, Gloom Cokie es un cómic de estética gótica (o gothic, o goth... cada cual lo diga como guste) con temática romántico fantástica y personajes cuyas personalidades y/o desventuras (las que no incluyen al monstruo de debajo de la cama de Sebastian, los personajes del Circo Macabro ni ningún elemento paranormal...) seguro reconoces en alguien/algo/algún momento de tu vida, tal y como dice el prólogo del primer número.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Comentando y despidiendo el Festival Gótico de Zaragoza

Bueno, otra entrada en parte con retraso...
Al final el fin de semana pasado apenas llegué a última actuación del sábado por la noche del II Festival Gótico de Zaragoza, de la mano del grupo Passion's Sadhows (como siempre la amiga que me acompañaba y yo nos entretuvimos más de la cuenta y llegamos tarde...). Pero, y aunque tampoco pude asistir a la fiesta de inauguración del viernes ni a las actividades del domingo (al final no encontré quién me pudiese acompañar)
asistimos esa misma noche del sábado a la visita guiada por el Casco Viejo de Zaragoza. Y ni el frío cierzo típico de aquí pudo arruinarnos tan entretenido paseo guiado por Azahara Pintanel, organizadora del festival. Resultó de los más entretenido e interesante, descubriendo detalles sobre la ciudad como que, siendo el león su animal simbólico, antiguamente no teníamos solo estatuas para representarlo, sino a uno vivito y coleando; descubrir dónde se encuentra el barrio en el que antiguamente se asentaban los Templarios y en cuyos subsuelos actualmente se encuentran sus tumbas, pudiéndose acceder a estas por algunos bares del lugar que las albergan bajo sí; también un montón de historias y leyendas como la del Pozo del San Lázaro, junto al Puente de Piedra, del cual se dice no tiene fondo o lleva directamente al mar, en torno a él hay historias como la de dos amantes que, al estilo romeojulietesco, no pudiendo estar juntos, se lanzaron a él y nunca más se supo, o la de los buceadores que colocaron una estatuilla de la Virgen de no recuerdo cuántos kilos (que no eran pocos) y desapareció; también nos habló de la Campana de los Perdidos, que antiguamente sonaba para avisar aquellos rezagados que en las noches quedaban perdidos en las afueras y morían de frío a orillas del Ebro.
En resumen, fue una velada interesante con eso y más.
Y, para compensar el no haber podido acudir a las demás actividades y habiéndose en su momento suspendido el paseo guiado por el cementerio de Torrero por la lluvia... ¡Aquí llega de nuevo!
Bueno, básicamente que el viernes 9 de este cercano mes de diciembre se celebrará la visita guiada al cementerio de Torrero. Completamente gratuita (únicamente cada uno ha de llevar su propia linterna, vela o farolillo) a las 20:00 y con previa inscripción enviando tu nombre y apellidos al siguiente correo: darkgothicgodess@gmail.com (hay un límite de 35 plazas y se han de enviar las inscripciones antes del 20 de este mes de noviembre).
Tras la visita habrá una fiesta para despedir el Festival Gótico de Zaragoza, puesto que esta es su última edición (sí, lamentablemente ya no se celebrará más años), la cual será en el Teatro de las Ánimas a partir de las 23:00.
Para más información:
La noticia en un blog (el del Festival Gótico ha sido eliminado): http://festivalesdoa.blogspot.com/2011/11/velada-nocturna-fiesta-de-despedida.html

domingo, 13 de noviembre de 2011

Premios para el blog y... Hunters of Fire

Bueno, lo de siempre, aquí las entradas vienen con retraso... Y es que hace tiempo que le ofrecí a Luis en su blog de H.o.F. que le haría publicidad. Y no solo eso, sino que hace ya meses que tenía pendiente agradecer a Bathory Doll que otorgase un premio al blog... y ahora también a Morgana Dragonheart, así que buen, allá voy, empezando por los premios.

Pues eso, he aquí el premio que nuestra lectora (y de las que más han comentado mis entradas, lo cual siempre es de agradecer pues, ¿a quién no le gusta saber que sus escritos/deliraciones agradan y sirven a alguien más?) Bathory Doll ha concedido al blog.
                                        
Mil gracias por este premio "Blogger Luxury".

E igualmente agradezco este otro, concedido por Morgana Dragonheart (la cual contribuyó con una entrada a difundir el II Festival Gótico de Zaragoza)
                                     
Mi más sinceros agradecimientos por este premio "Eres una estrella".

Y ahora... os presento el blog de Hunters os Fire, un cómic obra de Luis C.S., compañero de Jugger (en cuyo entrenamiento debería estar ahora mismo pero mi miopía, el riesgo de cargarme las gafas y el haberme quedado sin lentillas, pues... que estoy aquí en vez de allí, vamos) y autor del blog de dibujos sobre Jugger Zaragoza y obras como el Cómic de Plan B y Destroza Clases (he tenido el placer de leer ambos, aunque aún no el de Hunters of Fire, pero lo cierto es que es un chaval con talento para el dibujo y el humor).

"Seiz, un chico de 15 años, intentará soportar una vida 'normal' junto a sus poderes sobre el fuego y una misteriosa presencia en su mente. Junto a sus amigos Leon, Jake y Mike poco a poco crearán un grupo para acabar con la amenaza de los grownoxs: unas criaturas con sed de venganza que acabarán con todo el que se interponga en su objetivo."

martes, 1 de noviembre de 2011

Anécdotas sobre el Salón del Cómic de Barcelona y novedades del II Festival Gótico de Zaragoza

Bueno, bueno... Aquí me tenéis de nuevo dando la lata con mis entradas.
Este fin de semana estuve en el Salón del Manga de Barcelona (quizás habría estado bien que hiciese una entrada anunciándolo con anterioridad...). He de decir que, aunque la fila de las entradas era larga con ganas (casualmente solo cuando fuimos a comprarlas nosotros el sábado por la mañana... porque por la tarde era llegar y pagar), valió la pena. Probé el Gyoza (unas empanadillas de masa de arroz rellenas de carne de cerdo y mucho, recalcando el mucho, ajo, que no me hicieron especial gracia) y el Tai Yaki (esas galletas con forma de pescado rellenas de dulce de judía roja que en tantos animes aparecen y que, he de decir, me supieron riquísimas).
El viaje de vuelta lo pasé "semi dormida" (creo que es un fenómeno curioso, al menos según mi experiencia y observando a la gente que conozco, lo difícil que resulta permanecer despierta cuando viajas en coche o autobús).
Y bueno... ¿Qué más contar?
Pues que el II Festival Gótico de Zaragoza está cada vez más cerca, tan cerca, que es este mimos fin de semana. Y por ello es que siento el inevitable impulso de anunciar su inauguración este viernes 4 con la visita guiada al cementerio y la fiesta de presentación en el Teatro de las Ánimas.

Pues eso... Tengo pendientes unos cuantos libros por subir... en otro momento.


miércoles, 26 de octubre de 2011

Un libro y una canción nuevamente...

Bueno, siguiendo lo que ya es tradición en este mi blog, uno de los últimos libros que he leído (lo terminé ayer, sin ir más lejos). Magia de una noche de verano de Maite Carranza (la misma escritora de la trilogía de La Guerra de las Brujas).

"¿Es posible crecer en un día dos años, diez centímetros, dos tallas de sujetador y 30 puntos de coeficiente intelectual? Eso es lo que Marina tiene que hacer para suplantar a su hermana Angela, durante un verano en Dublín. Pero se cruza en su camino con C.C., un friki desesperado con mono de red que interfiere continuamente en sus planes, hasta que ambos caen víctimas de las intrigas del hada Lilian, la causante de todo el lío.
Humor, amor y fantasía en esta disparatada comedia de enredo en la que nadie es lo que parece y en la que, finalmente, todos acaban descubriendo su verdadera razón de ser."


Me atrevo a decir que esas última líneas son las que describen mejor que ninguna otra la historia. La protagonista resulta de lo más peculiar, y aunque al principio le puse un poco de mala cara, la verdad es que he terminado adorándola. Y prácticamente lo mismo podría decirse de C.C., aunque... bueno, no de otros personajes. En resumen, que me ha gustado y la recomiendo con ganas.

Y esta canción... Bueno, la pongo porque me apetece.


sábado, 22 de octubre de 2011

Toys in the attic de Omnia (con su traducción y todo)




Voces en la escalera.
Juguetes en el ático.
Llaman desde el techo.
Bonitas caras pintadas.
Montando en el caballo balancín.
Recuerdos de la sombra.
Los sueños nunca mueren.


Yo podría volar si quisiera.
Podría alcanzar el cielo.
Podemos nadar como los delfines y
podemos reír hasta llorar.


Pero no hay nada que decir.
Muñecos de barro.
Podemos jugar todo el día.
Juguetes en el ático.


Sigilosamente en lo alto de la escalera
Juguetes en el ático,
esperándome
ojos en la oscuridad
buscando mis canicas.
Murciélagos en el campanario y
escucho música para empezar a jugar.
Este será mi hogar feliz
y nunca voy a estar solo.
Vamos a nadar bajo los árboles
todos mis amigos y yo.


Calla niño, no llores.
Anímate y seca tus ojos.
Ven y únete a los juegos felices.
Juguetes en el ático.


Retozando en el frenesí.
Juguetes en el ático.
Bailando locamente.
Bailando alocado,
girando alrededor,
girando a través de las telarañas,
huesos y encaje girando en el tiempo,
cuando el reloj disecciona la rima.


Y yo podría volar si quisiera.
Podría alcanzar el cielo.
Podemos nadar como los delfines y 
podemos  reír hasta llorar.


Pero no hay nada que decir.
Calla niño, no llores.
Muñecos de barro.
Anímate y seca tus ojos.
Podemos jugar todo el día.
Ven y únete a los juegos felices.
Juguetes en el ático.


Calla niño, no llores.
Anímate y seca tus ojos.
Ven y únete a los juegos felices.
Juguetes en el ático.



miércoles, 28 de septiembre de 2011

E.A.Poe y Opera Magna

Recientemente descubrí el grupo Opera Magna y sus canciones dedicadas a Poe y he decidido convertirlo en una nueva entrada para el blog. Son bastantes y tengo poco tiempo (más que nada porque, junto a cada canción, me he propuesto subir el relato o poema de Poe que le corresponda), así que iré poco a poco.
Por el momento os dejo con esta:

Un sueño dentro de un sueño

¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso,
antes de partir confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días.
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o de día,
con visión o sin ella?
¿Es por tanto menor la partida?
Todo cuanto vemos o creemos
no es sino un sueño dentro de un sueño.


Me detengo en mitad del rugido
de una costa por la olas atormentada.
Y sostengo en mi mano, granos de arena dorada.
¡Cuán pocos! Pero como se arrastran
entre mis dedos hacia lo profundo.
Mientras lloro. ¡mientras lloro!
¡Oh Dios! ¿No podré sujetarlos
con un cierre más apretado?
¡Oh Dios! ¿No podré salvar
uno de las despiadadas olas?
¿Es todo cuanto vemos o creemos
un sueño dentro de un sueño?




Bueno, en verdad esta es el resultado de la unión de varias traducciones que he encontrado por ahí y algunos retoque míos. Pero, para quién pueda preferirlo, dejo también el original aquí:

A dream within a dream


Thake this kiss upon the brow!
And, in parting from you now,
thus much let me avow-
you are not wrong who deem
that my days have been a dream;
yet if hope has fown away 
in a night, or in a day,
in a vision, or in none,
Is it therefore the less gone?
All thar we see or seem
is but a dream within a dream.


In stand amid the roar
of a surf-tormented shore,
and I hold within my hand
grains of the golden sand-
How few! Yet how they creep
throwh my fingers to the deep,
while I weep- while I weep!
O God! Can I not grasp
them with a tighter clap?
O God! Can I not save
one from the pitiless wave?
Is all that we see or seem
but a dream within a dream?

domingo, 11 de septiembre de 2011

Y hoy... Jugger

Bueno, pues eso, que ya iba tocando otra entrada dedicada al jugger.
Con motivo de publicitar el hace poco creado blog de Jugger Zaragoza. Con ilustraciones, bromas y curiosidades varias de manos de Luis, dibujante y miembro del equipo zaragozano de jugger Plan B. Lo podéis ver también en "Otros mundos que frecuento" en este blog a la izquierda.
También he de decir que se aproxima la II Liga de Jugger Zaragoza. Y el antes mencionado Luis, junto a F, miembro de otro equipo de jugger zaragozano, han preparado este gracioso vídeo:

viernes, 9 de septiembre de 2011

Libros, de nuevo...

Oh, cuánto tiempo sin hablar de los libros que pasan por mis manos... Ya iba siendo hora, ¿no?
Bueno, pues dejemos descansar a los fantasmas de mi imaginación y sus mil paranoias y elucubraciones, y pasemos a algunas de las lecturas que me han hecho compañía a lo largo de este verano.
Comenzaré con un libro que me prestó un amigo: Matatrolls, una aventura de Gotrek y Félix, escrito por William King e inspirado en el mundo de Warhammer.
Se trata de la primera parte de la saga protagonizada por el enano Gotrek Gurnisson y su compañero humano de viaje y narrador de sus hazañas Félix Jaeger.
"En lo alto de la colina, se alza el castillo de las murallas ennegrecidas por el fuego como una araña pétrea que se aferrase a la cumbre con marchitos pies de roca. Ante la abertura que dejaba la puerta destrozada, colgaban hombres que se balanceaban en el extremo de unas cuerdas como moscas atrapadas en una telaraña de un solo hilo.
-Ha llegado la hora de derramar un poco de sangre -dijo Gotrek.
Se pasó la mano izquierda por la enorme cresta de cabello rojizo que coronaba su cráneo rapado y cubierto de tatuajes. La cadena que le perforaba la nariz tintineó con suavidad, en extraño contrapunto con el demencial rugido de su risa.
-Soy un Matatrolls, humano. Nací para morir en el combate. No hay lugar para el miedo en mi vida."

Y otro libro que me prestó otro amigo: Señores del Olimpo de Javier Negrete.
"El clima está cambiando y son muchos los que lo achacan a la impiedad de los hombres, protegidos
de Zeus. Pero el rey de los dioses, se enfrenta a sus propios problemas. Los gigantes amenazan con marchar desde el lejano Norte sobre las tierras de los humanos. Éstos, cada vez más numerosos, ponen en peligro la existencia de sátiros, centauros y otras razas antiguas a las que hostigan en sus
bosques ancestrales. Por si las intrigas y rencillas entre los mismos dioses fueran pocas, una criatura
llamada Tifón, que asegura ser hijo de Cronos, amenaza con convertirse en el nuevo señor del Olimpo."

Y por último, y no por ello menos importante, un libro que me prestó una amiga que, aunque leí antes del verano, nunca es tarde para incluir. Lágrimas Oscura de Arthur de Jeuffosse.
"Hace 3000 años el Rey Cécrope tuvo que decidir cuál sería la deidad protectora de la pequeña ciudad de Atenas. El dios Poseidón y la diosa Atenea pugnaron por tal honor. Llegado el momento de elegir, los hombres votaron a favor del dios y las mujeres optaron por la diosa. Al ser ella más numerosas, Atenea ganó y se convirtió desde entonces en la protectora de la ciudad. Pero Poseidón no aceptó de buen grado la derrota y, enfurecido, impuso un castigo para las mujeres atenienses: desde ese momento no podrían volver a votar ni participar de las decisiones que afectaran a su vida.
Sin embargo, un numeroso grupo de mujeres no toleró tal humillación, y una noche partió de Atenas para habitar tierras nuevas y construir Temíscira, la ciudad en la que las mujeres podían garantizar el respeto de sus derechos incluso por las armas. Durante los siglos posteriores serían conocidas con el nombre de amazonas, y rodeadas de un sinfín de leyendas.
Esta es la historia de Aleida, una joven ateniense que logrará llegar a la ciudad de las mujeres soldado. Un lugar donde aprenderá el valor de la camaradería, del esfuerzo y del sacrificio, donde descubrirá el verdadero significado de la vida y la muerte, y donde encontrará también su primer amor de la mano de un joven espartano.
Esta es la historia de las mujeres que hace 3000 años decidieron tomar las armas para defender sus derechos."

Y eso es todo por hoy...

                             

lunes, 5 de septiembre de 2011

Y correr bajo la lluvia...

Su padre le había prometido 5 euros a cambio de que sacase al perro. Normalmente lo habría sacado él, pero en invierno y lloviendo se ve que prefería recurrir al bolsillo para convencerla a ella...
Pero para qué mentir, a ella no le suponía sacrificio alguno. Lo supo en cuanto puso un pie en la calle.
Era noche cerrada, el aire soplaba fresco, pero no tan frío como acostumbraba en las noches lluviosas. Incluso había osado salir en manga corta... Probablemente le costaría un resfriado, ¿pero qué más le daba?
En la estrecha calle no se veía ni un alma, y optó por desenganchar la correa y dejar que el animal corriese libre. Sabía que, por muy díscolo que fuese, si ella no salía de la calle él tampoco lo haría. 
Observó a su canino amigo correr eufórico de un lado a otro y, extendiendo los brazos, levantó el rostro hacia el cielo sin luna ni estrellas de la ciudad, dejando que agua la empapase.
Jamás habría hecho algo semejante de haberse creído observada, pero a esas horas el lugar estaba tan desierto... que le era imposible resistirse a ella llamada de libertad y caprichosa espontaneidad que las noche despertaba en ella.
Era tan agradable...
De pronto sintió que algo se soltaba en ella, esas ataduras que normalmente se autoimponía, esa norma no escrita que la hacía mostrarse comedida ante los demás... Y, con una sonrisa en los labios, echó a correr junto a su perro calle arriba, calle abajo.
Era un capricho incongruente y sin finalidad alguna, pero se sentía maravillosamente libre, eufórica, corriendo bajo la lluvia, casi olvidando el frío, con el perro a su lado.
No podía menos que fascinarse ante la influencia que la noche ejercía sobre ella... Normalmente no era amiga de las carreras, si bien adoraba andar, echar a correr sin más no era lo suyo...
Pero en aquel momento se sintió capaz de cualquier cosa, mucho más feliz de lo que había estado en días. 
Y deseó que aquel momento no terminase jamás... Pocos momentos le habían resultado tan deliciosos como aquel.

viernes, 2 de septiembre de 2011

II Festival Gótico de Zaragoza

¡Ya está aquí el II Festival Gótico de Zaragoza!
Acontecerá en la ciudad aragonesa los días 5 y 6 de noviembre.
El evento contará con distintas actividades.
-5 de noviembre:
 -Open Stage (Gratuito, de 19:00 a 21:00, lugar de realización por confirmar).
 -Visita Nocturna al casco histórico de Zaragoza (Gratuito, a las 22:00, lugar de reunión en Plz de La Seo).
 -Azhara Pintanel Workshop de Danza Teatral Gótica (de 18:00 a 19:30).
-6 de noviembre:
 -Jornadas Góticas (Precio 5 euros con opción de pack Jornadas+Show de 6 euros, de 11:00 a 13:30, en el Centro Cívico Universidad en la C/ Violante de Hungría).
 -Cine Gratuito: La pequeña tienda de los horrores (a las 17:30, en el Centro Cívico Universidad en la C/ Violante de Hungría).
 -Workshop Bloody Kabaret (de 11:30 a 13:30).
 -Show (3 euros con opción a pack de Jornadas + Show por 6 euros, a las 19:00, en el Centro Cívico Universidad en la C/ Violante de Hungría).

Habrá esto y mucho más. Para más información aquí os dejo el blog del festival:
http://festivalgoticozaragoza.blogspot.com/
Y la página del evento en Facebook:
http://www.facebook.com/event.php?eid=169773329760329

miércoles, 31 de agosto de 2011

Nota mental...

... he de recordar hacer una entrada sobre Vocaloid, que llevo tiempo diciéndolo... Pero no ahora. Llamadme vaga pero... en estos momentos lo estoy.
Bueno, para compensar y porque me apetecía publicar una nueva entrada y no se me ocurría excusa alguna... (bueno, sí, pero han quedado en ideas desechadas) os dejo con esto.

Me da que para cuando me decida a hacer la entrada sobre Vocaloid los que se suelen pasar por el blog ya habrán buscado la información... si es que no lo conocen ya...

domingo, 28 de agosto de 2011

Pompas de jabón al viento...

Sopla el viento arrastrando consigo las voces, los sueños y los recuerdos...
Sopla ella con su pompero, atrapando el viento en el interior de frágiles esferas que reflejan colores, los colores de todos esos sueños y recuerdos, como bolas mágicas de cristal.
Algunas explotan al poco de nacer, otras son arrastradas por el viento lejos, lejos... 
Las observa, las anima en silencio con una sonrisa. Sabe que al final todas tienen el mismo destino, pero eso no impide que algunas lleguen lejos, lejos... antes de cumplirlo.
En una puede ver a una niña. La mirada perdida en remotos lugares que nadie más ha podido visitar, en historias que aun están por contar. Su alma llora en un rincón y su sonrisa magullada prefiere esconderse de las miradas. Pero sus sueños vagan libres, la alzan en brazos y la instan a seguirlos.
Ah, en otro puede verse asomada en un balcón. ¡Oh! También está lanzando pompas de jabón al viento. Las contempla partir hacia las olas que rompen contra las rocas a orillas del mar. Mira hacia abajo, espera a que las personas que por allí pasean alcen la vista y contemplen maravillados, como ella, el espectáculo que representan las danzantes burbujas. No lo hacen, pero habrá de gastar medio bote antes de darse por vencida.
¿Y qué es aquello que ve reflejado en aquella? Es otra noche, es otra playa. Pasea, dando vueltas sobre si misma aquí o allá, dejando su marca sobre la fina arena mientras el agua salada lame sus pies descalzos. A decir verdad no es muy amiga de la playa, pero la noche lo hace todo más hermoso. A esas horas tan solo ella y su amiga van más allá de los chiringuitos y se adentran allí. Y la arena se siente mucho mejor cuando la empapa el agua fresca, aunque en el camino de regreso eche pestes contra el picor que produce al secarse la que se le queda adherida.
¡Plop!
Acaba de explotar una pompa ante sus ojos. Apenas acababa de comenzar su trayecto y en ella se dibujaba una sonrisa, una ilusión y un sueño que nunca olvidará... El jabón salpica su cara y humedece sus mejillas... Ah, pero no solo es el jabón...
Pero no pasa nada. En la vida todo se cura y de un sueño roto siempre quedan los fragmentos, quizás no sean lo mismo pero pueden ser igual de bellos y especiales, e incluso reparar la sonrisa.
Prepara su pompero y sopla de nuevo, liberando una nueva nube de pompas. Nuevos y viejos recuerdos, sueños y esperanzas... Nuevas pompas de jabón para representarlos en su brillante superficie... 
Pompas de jabón al viento...

sábado, 27 de agosto de 2011

Otra creación mía...


Érase que se era un país fantástico y delirante en el cual una niña, literalmente, cayó. 
Pero los habitantes de tan extraño lugar ya estaban mucho antes. Y entre ellos había un hadita, si es que se la podía llamar así, sin alas y con su estatura media. Pero bueno, allí todos estaban un poco locos, ¿no? ¡Y no habría de ser ella una excepción!
Se comentaba que era hija de una zarza y un pajarillo en ella atrapado. Había quien veía en ello una explicación para la actitud en ocasiones tan desconfiada del hadita, ¡tal vez creyese que todos pinchaban como su padre!
La hadita disfrutaba siguiendo mariposas y luciérnagas. Sí, siguiéndolas, no cazándolas, pues ella prefería esperar a que fuesen ellas quienes se quedasen a su lado sin redes ni botes de cristal de por medio. ¡Y con el tiempo lo logró!
Pero no quedó ahí satisfecha. Como suele suceder, cuando alcanzamos un sueño enseguida surge uno nuevo. Porque, ¡cuán aburrida sería la vida sin desear algo! No es capricho ni avaricia, es, sencillamente, necesidad. ¡No habría nada sin el deseo de alcanzar algo! Y desear algo nuevo no significa despreciar lo que ya se ha logrado, eso sería de necios y estúpidos, y el hadita sería una loca, ¡pero no una necia ni una estúpida!
Y así fue como el hadita se encaprichó de una criatura con el encanto del niño, la picardía del zorro y el enigma del gato. ¡Ay! Capricho tal vez no fuese la palabra adecuada, pero otra mejor se le quedaba en la garganta. ¡Era una palabra tímida y temerosa! Como siempre más fácil de escribir que de decir. Pero para alguien conformado por las palabras de una historia, ¡hasta lo último era ardua tarea!
Además, la palabra no era la única tímida y temerosa, por mucho que la hadita se esforzase por fingir lo contrario.
¡Ay! Ni la mismísima Reina de Corazones, que en esos tiempos estaba sin casar y aun no había descubierto su vocación de rebanadora de cabezas (de hecho, al hadita incluso le caían bien ella y su corte, ¡estaban todos tan locos!), había sido capaz de resistir los encantos de aquella criatura.
Aunque, lejos de rehuir la compañía del hadita, ¡la criatura incluso había asegurado corresponderla!, la hadita no podía dejar de temer cometer un error que pudiese ahuyentarlo. No hay que olvidar que tenía el enigma del gato, al igual que el encanto del niño y la picardía del zorro, ¡y le gustaba tal cual, sin cambiarle nada!
Y es que, y aunque no es intención de esta narradora entrar en tópicos, lo cierto es que con solo una palabra o un roce que dirigiese hacia ella, el hadita sentía que todo temor era absurdo. Pero era de esperar que también ella pusiese de su parte, ¡a veces las cosas hay que pedirlas! No con palabras, por supuesto, sería más bien como llevar la iniciativa. ¡Y ella lo intentaba! O al menos eso creía, vete a saber, era tan terrible a la hora de expresarse. 
Y es que es tan aterradora la certeza de que alguien tiene tanto poder sobre una. ¡Pero no olvidemos que la hadita estaba loca! Así que en vez de huir como dicta la lógica ante una situación que inspira terror, allí seguía ella. Y lo cierto es que ni se planteaba el huir, ¡estaba loca pero no era tonta! Y de tontos habría sido también huir de algo que da miedo porque resulta nuevo y desconocido, que al fin y al cabo en el fondo era lo que le ocurría al hadita. Nuevo y desconocido nunca han sido sinónimo de malo, por mucha gente que así insista en creerlo, y la hadita encontraba valor en aquella certeza pues...
-¡Bueno, vale ya so cursi!
¡Uy! ¡Lo que me ha dicho¡
-Sí, sí, te lo he dicho. ¿Se puede saber quién te da permiso para ir por ahí contando la vida de otra?
Pero... Pero... ¡Soy la narradora!
-Pues otra historia, ¡cómo si no hubiese más que la mía!
Pero... Pero... ¡No puedes decirme eso! ¡Soy la narradora!
-Sí, y una pésima con una afición terrible por las exclamaciones.
¡Ja! Lo que pasa es que te molesta porque sabes que lo que he dicho es la verdad. 
-Quizás, pero eso a nadie le importa. Y seguro que más de uno me agradece que te haga terminar, porque desde luego, cuando te pasas la noche dándole vueltas a la cabeza luego sueltas cada parrafada que...
Oh, vamos, si te estoy haciendo un favor. Tú no te atreves a decirlo en voz alta, así que ya lo hago yo por tí. ¡Y me lo agradeces estropeándome el final de esta manera!
Ey, ¿qué haces con esa piedra? ¡Muy violenta te veo para ser un hadita! ¡Vale, vale! Ya termino la historia.
Y he aquí la conclusión de una historia inacabada. Aunque claro, en el fondo ninguna historia tiene final hasta que la guadaña toca a sus personajes, lo que pasa es que no siempre nos cuentan toda la historia, solo una parte pues... ¡Vale, vale! ¡Ya paro!

miércoles, 24 de agosto de 2011

El príncipe feliz, de Oscar Wilde

Un cuentecillo de mi infancia que muchos conocerán y del cual anoche me acordé.

En la parte más alta de la ciudad, sobre una columna, se alzaba la estatua del Príncipe Feliz.
Estaba toda revestida de oro fino. Tenía, a guisa de ojos, dos centelleantes zafiros y un gran rubí rojo ardía en el puño de su espada.
Por todo lo cual era muy admirada.
-Es tan hermoso como una veleta -observó uno de los miembros del Concejo que deseaba granjearse la reputación de conocedor en el arte-. Ahora, que no es tan útil -añadió, temiendo que lo tomaran por un hombre poco práctico. Cosa que realmente no era.
-¿Por qué no eres como el Príncipe Feliz? -preguntaba una madre a su hijito, que pedía la luna-. Él no hubiera nunca pensado en pedir nada a voz en grito.
-Me hace dichoso ver que hay en el mundo alguien que es completamente feliz -murmuraba un hombre fracasado, contemplando la estatua maravillosa.
-Verdaderamente parece un ángel -decían los niños del hospicio al salir de la catedral, vestidos con sus soberbias capas escarlatas y sus bonitas chaquetas blancas.
-¿Cómo lo sabéis -replicaba el profesor de matemáticas- si no habéis visto nunca uno?
-¡Oh! Lo hemos visto en sueños -respondieron los niños.
Y el profesor de matemáticas fruncía el ceño, adoptando un aspecto severo, porque no podía aprobar que los niños se permitiesen soñar.
Una noche voló una golondrina sin descanso hacia la ciudad.
Seis semanas antes habían partido sus amigas hacia Egipto; pero ella se quedó atrás.
Estaba enamorada del más hermoso de los juncos.
Lo encontró al comienzo de la primavera, cuando volaba sobre el río persiguiendo a una gran mariposa amarilla, y su talle esbelto la atrajo de tal modo, que se detuvo para hablarle.
-¿Quieres que te ame? -dijo la Golondrina, que no se andaba nunca con rodeos.
Y el Junco le hizo un profundo saludo.
Entonces la Golondrina revoloteó a su alrededor rozando el agua con las alas y trazando estelas de plata.
Era su manera de hacer la corte. Y así transcurrió todo el año.
-Es un enamoramiento ridículo -gorjeaban las otras golondrinas-. Ese Junco es un pobretón y tiene realmente demasiada familia.
Y en efecto, el río estaba todo cubierto de juncos.
Cuando llegó el otoño, todas las golondrinas emprendieron el vuelo.
Una vez que se fueron sus amigas, sintióse muy sola y empezó a cansarse de su amante.
-No saber hablar -decía ella-. Y además temo que sea inconstante porque coquetea sin cesar con la brisa.
Y realmente, cuando la brisa soplaba, el Junco multiplicaba sus más graciosas reverencias.
-Veo que es muy casero -murmuraba la Golondrina-. A mí me gustan los viajes. Por lo tanto, al que me ame, le debe gustar viajar conmigo.
-¿Quieres seguirme? -le preguntó por último la Golondrina al Junco.
Pero el Junco movió la cabeza. Estaba demasiado atado a su hogar.
-¡Te has burlado de mí! -le gritó la Golondrina al Junco.
Y la Golondrina se fue.
Voló durante todo el día y al caer la noche llegó a la ciudad.
-¿Dónde buscaré un abrigo? -se dijo-. Supongo que la ciudad habrá echo preparativos para recibirme.
Entonces divisó la estatua sobre la columna.
-Voy a cobijarme allí -gritó-. El sitio es bonito. Hay
mucho aire fresco.
Y se dejó caer precisamente a los pies del Príncipe Feliz.
-Tengo una habitación dorada -se dijo quedamente, tras mirar entorno suyo.
Y se dispuso a dormir.
Pero al ir a colocar su cabeza bajo el ala, he aquí que le cayó encima una pesada gota de agua.
-¡Qué curioso! -exclamó-. No hay una sola nube en el cielo, las estrellas están claras y brillantes, ¡y sin embargo llueve! El clima del norte de Europa es verdaderamente extraño. Al Junco le gustaba la lluvia; pero en él era puro egoísmo.
Entonces cayó una nueva gota.
-¿Para qué sirve una estatua si no resguarda de la lluvia? -dijo la Golondrina-. Voy a buscar un buen copete de chimenea.
Y se dispuso a volar más lejos. Pero antes de que abriese las alas, cayó una tercera gota.
La Golondrina miró hacia arriba y vio... ¡Ah, lo que vio!
Los ojos del Príncipe Feliz estaban arrasados de lágrimas, que corrían sobre sus mejillas de oro.
Su faz era tan bella a la luz de la luna, que la pequeña Golondrina sintióse llena de piedad.
-¿Quién sois? -preguntó.
-Soy el Príncipe Feliz.
-Entonces, ¿por qué lloriqueáis de ese modo? -preguntó la Golondrina-. Me habéis empapado casi.
-Cuando estaba yo vivo y tenía un corazón de hombre -repitió la estatua-, no sabía lo que eran las lágrima porque vivía en el palacio de la Despreocupación, en el que no se permite la entrada al dolor.
Durante el día jugaba con mis compañeros en el jardín y por la noche bailaba en el gran salón. Alrededor del jardín se alzaba una muralla altísima, pero nunca me preocupó lo que había detrás de ella, pues todo cuanto me rodeaba era hermosísimo. Mis cortesanos me llamaban el Príncipe Feliz, y realmente lo era, si es que el placer es la felicidad. Así viví y así morí y ahora que estoy muerto me han elevado tanto, que puedo ver todas las fealdades y todas las miserias de mi ciudad, y aunque mi corazón sea de plomo, no me queda más recurso que llorar.
<<¡Cómo! ¿No es de oro de buena ley?>>, pensó la Golondrina para sus adentros, pues estaba demasiado bien educada para hacer ninguna observación en voz alta sobre las personas.
-Allí abajo -continuó la estatua con su voz baja y musical-, en una callejuela, hay una pobre vivienda. Una de sus ventanas está abierta y por ella puedo ver a una mujer sentada ante una mesa. Su rostro está enflaquecido y ajado. Tiene las manos hinchadas y enrojecidas, llenas de pinchazos de aguja, porque es costurera. Borda pasionarias sobre un vestido de raso que debe lucir, en el próximo baile de corte, la más bella de las damas de honor de la reina. Sobre un lecho, en el rincón del cuarto, yace su hijito enfermo. Tiene fiebre y pide naranjas. Su madre no puede darle más que agua del río. Por eso llora. Golondrina, mi pequeña Golondrina, ¿no quieres llevarle el rubí del puño de mi espada? Mis pies están sujetos al pedestal, y no me puedo mover.
-Me esperan en Egipto -respondió la Golondrina-. Mis amigas revolotean de aquí para allá sobre el Nilo y charlan con los grandes lotos. pronto irán a dormir al sepulcro del Gran Rey. El mismo Rey está en su sepulcro de madera, envuelto en una tela amarilla y embalsamado con sustancias aromáticas. Tiene una cadena de jade verde pálido alrededor del cuello y sus manos son como hojas secas.
-Golondrina, Golondrina, mi pequeña Golondrina -dijo el Príncipe-, ¿no te quedarás conmigo una noche y serás mi mensajera? ¡Tiene tanta sed el niño y tanta tristeza la madre!
-No creo que me agraden los niños -contestó la Golondrina-. El invierno último, cuando vivía yo a orillas del río, dos muchachos maleducados, hijos del molinero, no paraban un momento de tirarme piedras. Claro es que no me alcanzaron. Nosotras las golondrinas, volamos demasiado bien para eso y además yo pertenezco a una familia célebre por su agilidad; más, a pesar de todo, era una falta de respeto.
Pero la mirada del Príncipe Feliz era tan triste que la pequeña Golondrina se quedó apenada.
-Mucho frío hace aquí -le dijo-, pero me quedaré una noche con vos y seré vuestra mensajera.
-Gracias, mi pequeña Golondrina -respondió el Príncipe.
Entonces la pequeña Golondrina arrancó el gran rubí de la espada del Príncipe y llevándolo en en el pico, voló sobre los tejados de las ciudad.
Pasó sobre la torre de la catedral, donde había unos ángeles esculpidos en mármol blanco.
Pasó sobre el palacio real y oyó música de baile.
Una bella muchacha apareció en el balcón con su novio.
-¡Qué hermosas son las estrellas -le dijo- y qué poderosa es la fuerza del amor!
-Querría que mi vestido estuviese acabado para el baile oficial -respondió ella-. He mandado bordar en él unas pasionarias, ¡pero son tan perezosas estas costureras!
Pasó sobre el río y vio los fanales colgados en los mástiles de los barcos. Pasó sobre el gueto y vio a los viejos judíos negociando entre ellos y pesando monedas en balanzas de cobre.
Al fin llegó a la pobre vivienda y echó un vistazo dentro. El niño se agitaba febrilmente en su camita y su madre habíase quedado dormida de cansancio.
La Golondrina saltó a la habitación y puso el gran rubí en la mesa, sobre el dedal de la costurera. Luego revoloteó suavemente alrededor del lecho, abanicando con sus alas la cara del niño.
-¡Qué fresco más dulce siento! -murmuró el niño-. Debo estar mejor.
Y cayó en un delicioso sueño.
Entonces la Golondrina se dirigió a toda prisa hacia el Príncipe Feliz y le contó lo que había hecho.
-Es curioso -observó ella-, pero ahora casi siento calor, y sin embargo, hace mucho frío.
Y la pequeña Golondrina empezó a reflexionar hasta dormirse. Cuantas veces reflexionaba se dormía.
Al despuntar el alba voló hacia el río y tomó un baño.
-¡Notable fenómeno! -exclamó el profesor de ornitología que pasaba por el puente-. ¡Una golondrina en invierno!
Y escribió sobre el tema una larga carta a un periódico local.
Todo el mundo la citó. ¡Estaba plagada de palabras incomprensibles!
-Esta noche parto para Egipto -se decía la Golondrina.
Y solo de pensarlo se ponía muy alegre.
Visitó todos los monumentos públicos y descansó un gran rato sobre la punta del campanario de la iglesia.
Por todas partes a dónde iba piaban los gorriones, diciéndose unos a otros:
-¡Notable extranjera!
Y esto la llenaba de gozo. Al salir la luna volvió a todo vuelo hacia el Príncipe Feliz.
-¿Tenéis algún encargo para Egipto? -le gritó-. Voy a emprender la marcha.
-Golondrina, Golondrina, mi pequeña Golondrina -dijo el Príncipe-, ¿no te quedarás otra noche conmigo?
-Me esperan en Egipto -respondió la Golondrina-. Mañana mis amigas volarán hacia la segunda catarata. Allí el hipopótamo se acuesta entre los juncos y el dios Memnón se alza sobre un gran trono de granito. Acecha a las estrellas durante la noche y cuando brilla Venus, lanza un grito de alegría y luego calla. A medio día, los rojizos leones bajan a beber a la orilla del río. Sus ojos son verdes aguamarinas y sus rugidos más atronadores que los de la catarata.
-Golondrina, Golondrina, mi pequeña Golondrina -dijo el Príncipe-, allá abajo, al otro lado de la ciudad, veo a un joven en una buhardilla. Está inclinado en una mesa cubierta de papeles y en un vaso a su lado hay un ramo de violetas marchitas. Su pelo es negro y rizado y sus labios rojos como granos de granada. Tiene unos grandes ojos soñadores. Se esfuerza en terminar una obra para el director del teatro, pero siente demasiado frío para escribir más. No hay fuego alguno en el aposento y el hambre lo ha rendido.
-Me quedaré otra noche con vos -dijo la Golondrina, que tenía realmente buen corazón-. ¿Debo llevarle otro rubí?
-¡Ay! No tengo más rubíes -dijo el Príncipe-. Mis ojos es lo único que me queda. Son unos zafiros extraordinarios traídos de la India hace un millar de años. Arranca uno de ellos y llévaselo. Lo venderá a un joyero, se comprará alimento y combustible y concluirá su obra.
-Amado Príncipe -dijo la Golondrina-, no puedo hacer eso.
Y se puso a llorar.
-¡Golondrina, Golondrina, mi pequeña Golondrina! -dijo el Príncipe-. Haz lo que te pido.
Entonces la Golondrina arrancó el ojo del príncipe y voló hacia la buhardilla del estudiante. Era fácil penetrar en ella porque había un agujero en el techo. La Golondrina entró en él como una flecha y se encontró en la habitación.
El joven tenía la cabeza hundida entre sus manos. No oyó el aleteo del pájaro y cuando levantó la cabeza, vio el hermoso zafiro colocado entre las violetas marchitas.
-Empiezo a ser estimado -exclamó-. Esto proviene de algún rico admirador. Ahora ya puedo terminar la obra.
Y parecía completamente feliz.
Al día siguiente la Golondrina voló hacia el puerto.
Descansó sobre el mástil de un gran navío y contempló a los marineros que sacaban enormes cajas de la cala tirando de unos cabos.
-¡Ah, iza! -gritaban a cada caja que llegaba al puente.
-¡Me voy a Egipto! -les gritó la Golondrina.
Pero nadie le hizo caso, y al salir la luna, volvió junto al Príncipe Feliz.
-He venido para deciros adiós -le dijo.
-¡Golondrina, Golondrina, mi pequeña Golondrina! -exclamó el Príncipe-. ¿No te quedarás conmigo una noche más?
-Es invierno -replicó la Golondrina- y pronto estará aquí la nieve glacial. En Egipto calienta el sol sobre las palmeras verdes. Los cocodrilos, acostados en el barro, miran perezosamente los árboles, a orillas del río. Mis compañeras construyen nidos en el templo de Baalbeck. La palomas rosadas y blancas las siguen con los ojos y se arrullan. Amado Príncipe, tengo que dejaros, pero no os olvidaré nunca y la primavera próxima os traeré de allá dos bellas piedras preciosas para sustituir las que disteis. El rubí será más rojo que una rosa roja y el zafiro tan azul como el océano.
-Allá abajo, en la plazoleta -contestó el Príncipe Feliz-, tiene su puesto una niña vendedora de cerillas. Se le han caído las cerillas al arroyo, estropeándose todas. Su padre le pegará si no lleva algún dinero a casa, y está llorando. No tiene ni medias ni zapatos y lleva la cabecita al descubierto. Arráncame el otro ojo, dáselo y su padre no le pegará.
-Pasaré otra noche con vos -dijo la Golondrina-, pero no puedo arrancaros el ojo porque entonces os quedaréis ciego del todo.
-¡Golondrina, Golondrina, mi pequeña Golondrina! -dijo el Príncipe-. Haz lo que te mando.
Entonces la Golondrina voló hasta el ojo del Príncipe y emprendió el vuelo llevándoselo.
Se poso sobre el hombro de la vendedora de cerillas y deslizó la joya en la palma de su mano.
-¡Qué bonito pedazo de cristal! -exclamó la niña.
Y corrió a su casa muy alegre.
Entonces la Golondrina voló de nuevo junto al Príncipe.
-Ahora estáis ciego. Por eso me quedaré con vos para siempre.
-No, mi pequeña Golondrina -dijo el pobre Príncipe-. Tienes que ir a Egipto.
-Me quedaré con vos para siempre -dijo la Golondrina.
Y se durmió entre los pies del Príncipe.
Al día siguiente se colocó sobre el hombro del Príncipe y le refirió lo que había visto en países extraños.
Le habló de los ibis rojos que se sitúan en largas filas a orillas del Nilo y pescan a picotazos peces de oro; de la esfinge, que es tan vieja como el mundo, vive en el desierto y lo sabe todo; de los mercaderes que caminan lentamente junto a sus camellos, pasando las cuentas de unos rosarios de ámbar en sus manos; del rey de las montañas de la Luna, que es negro como el ébano y adora un gran bloque de cristal; de la gran serpiente verde que duerme en una palmera y a la cual están encargados de alimentar con pastelitos de miel veinte sacerdotes; y de los pigmeos que navegan por un gran lago sobre anchas hojas aplastadas y están siempre en guerra con las mariposas.
-Mi pequeña Golondrina -dijo el Príncipe-, me cuentas cosas maravillosas, pero más maravilloso es aún lo que soportan los hombres y las mujeres. No hay misterios más grande que la miseria. Vuela por mi ciudad, mi pequeña Golondrina, y dime lo que veas.
Entonces la pequeña Golondrina voló por la gran ciudad y vio a los ricos que festejaban en sus magníficos palacios, mientras los mendigos estaban sentados a sus puertas.
Voló por los barrios sombríos y vio las pálidas caras de los niños que se morían de hambre, mirando con apatía las calles negras.
Bajo los arcos de un puente estaban dos niñitos abrazados el unos al otro para calentarse.
-¡Qué hambre tenemos! -decían.
-¡No se puede dormir aquí! -les gritó un guardia.
Y se alejaron bajo la lluvia.
Entonces la Golondrina reanudó su vuelo y fue a contar al Príncipe lo que había visto.
-Estoy cubierto de oro fino -dijo el Príncipe-, despréndelo hoja por hoja y dáselo a mis pobres. Los hombres creen siempre que el oro puede hacerlos felices.
Hoja por hoja arrancó la Golondrina el oro fino hasta que el Príncipe se quedó sin brillo ni belleza.
Hoja por hoja lo distribuyó entre los pobres, y las caritas de los niños se tornaron nuevamente sonrosadas. Y rieron y jugaron por la calle.
-¡Ya tenemos pan! -gritaban.
Entonces llegó la nieve y después de la nieve el hielo.
Las calles parecían empedradas en plata por lo que brillaban.
Largos carámbanos, semejantes a puñales de cristal, pendían de los tejados de las casas. Todo el mundo se cubría de pieles y los niños llevaban gorritos rojos y patinaban sobre el hielo.
La pobre Golondrina tenía frío, cada vez más frío, pero no quería abandonar al Príncipe: lo amaba demasiado para hacerlo.
Picoteaba las migas a la puerta del panadero cuando éste no la veía, e intentaba calentarse batiendo las alas.
Pero, al fin, sintió que iba a morir. No tuvo fuerzas más que para volar unas vez más sobre el hombro del Príncipe.
-¡Adiós, amado Príncipe! -murmuró-. Permitid que os bese en la mano.
-Me da mucha alegría que partas por fin hacia Egipto, Golondrina -dijo el Príncipe-. Has permanecido aquí demasiado tiempo. Pero tienes que besarme en los labios porque te amo.
-No es a Egipto adonde voy a ir -dijo la Golondrina-. Voy a ir a la morada de la Muerte. La muerte es hermana del sueño, ¿verdad?
Y besando al Príncipe en los labios, cayó muerta a sus pies.
En el mismo instante se oyó un extraño crujido en el interior de la estatua, como si se hubiera roto algo.
El hecho es que la coraza de plomo se había partido en dos. Realmente hacía un frío terrible.
A la mañana siguiente, muy temprano, el alcalde se paseaba por la plazoleta con dos concejales de la ciudad.
Al pasar junto al pedestal, levantó sus ojos hacia la estatua.
-¡Dios mío! -exclamó-. ¡Qué andrajoso parece el Príncipe Feliz!
-¡Sí, está verdaderamente andrajoso! -dijeron los concejales de la ciudad, que eran siempre de la opinión del alcalde.
Y levantaron ellos mismos la cabeza para mirar la estatua.
-El rubí de sus espada se ha caído y ya no tiene ojos, ni es dorado -dijo el alcalde-. En resumidas cuentas, que está lo mismo que un pordiosero.
-¡Lo mismo que un pordiosero! -repitieron a coro los concejales.
-Y tiene a sus pies un pájaro muerto -prosiguió el alcalde-. Realmente habrá que promulgar un bando prohibiendo a los pájaros que mueran aquí.
Y el secretario del ayuntamiento tomó nota para aquella idea.
Entonces fue derribada la estatue del Príncipe Feliz.
-¡Al no ser ya bello, de nada sirve! -dijo el profesor de estética de la universidad.
Entonces fundieron la estatua en un horno y el alcalde reunió al concejo para decidir lo que debía hacerse con el metal.
-Podríamos -propuso- hacer otras estatua. La mía, por ejemplo.
-O la mía, dijo cada uno de los concejales.
Y acabaron discutiendo.
-¡Qué cosa más rara! -dijo el oficial primero de la fundición-. Este corazón de plomo no quiere fundirse en el horno; habrá que tirarlo como deshecho.
Los fundidores lo arrojaron al montón de basura en el que yacía muerta la Golondrina.
-Tráeme las dos cosas más bellas de la ciudad -dijo Dios a unos de sus ángeles.
Y el ángel le llevó el corazón de plomo y el pájaro muerto.
-Has elegido bien -dijo Dios-. En mi jardín del paraíso este pájaro cantará eternamente, y en mi ciudad de oro el príncipe Feliz repetirá mis alabanzas.

Y he aquí la causa de que me viniese a la memoria:


domingo, 21 de agosto de 2011

Un típico día de verano... y sus consecuencias convertidas en una nueva entrada para el blog

"Un típico día de verano...
Nuestra protagonista se ha despertado esta mañana y, tras remolonear un rato en la cama, se ha decidido a levantarse.
No ha sido hasta después de comer que se ha sentado frente al ordenador. ¿Qué ha hecho durante la mañana? No gran cosa. Escuchar música y poco más.
Al acomodarse sobre la silla y clickar sobre el icono de Google Chrome en absoluto tenía la intención de pasarse la tarde allí aposentada... aunque eso sea lo que finalmente le ha sucedido.
Guardaba la esperanza de que surgiese algún plan interesante. Pero nada. Nadie le ha dicho de quedar ni ha tenido mucho éxito intentando forjar el suyo propio.
Así que ahí terminará su tarde. En esa silla frente al ordenador, con el aire del ventilador alcanzándola de vez en cuando para su consuelo.
Pero en fin... No es más que otro típico día de verano... Quizás mañana nuestra protagonista tenga más suerte."

Creo que podría incluso hacer una encuesta para ver de cuánta gente ha sido esta la suerte... ¿Quién no ha sufrido un aburrido y agobiantemente caluroso día de verano como el descrito o similar?
Uhm... Pues últimamente he estado viendo un par de animes recomendados por una amiga.
Uno de ellos es Detroit Metal City.
"La historia cuenta las peripecias de Soichi Negishi, un chico tímido y edulcorado que viaja a Tokio con la ilusión de convertirse en un afamado cantante de pop sueco. Y, efectivamente, logra triunfar en el mundo de la música... como cantante y guitarrista del grupo de death metal DMC (Detroit Metal City). Y es así como comienzan las aventuras y desventuras de este joven que cuando está sobre el escenario se hace llamar Krauser II, alimentando sin pretenderlo todo tipo de absurdas, aberrantes y desternillantes historias sobre su vida y orígenes, nada que ver con la realidad. Aunque insiste en lo mucho que el mundo que rodea a Krauser II lo repulsa, con frecuencia parece sufrir un problemilla de doble personalidad que lo coloca en las situaciones más comprometidas, convirtiendo esta serie en un anime de humor absurdo genial para echar unas risas y pasar el rato, aunque no apto para las mentes más sensibles (cosa con la cual me da que los que se pasean por aquí no tendrán gran problema, para qué mentir)."

La otra serie es Uraboku (Uragiri wa Boku no Namae wo Shitteiru), la cual suele ser clasificada como yaoi, aunque lejos de ser el típico yaoi empalagoso, telenovelesco o/y casi pornográfico, resulta una historia entretenida, con sus misterios, tragedias y batallas cargadas de magia. Aunque, secundando la opinión de la amiga que me la recomendó, tal vez le falte algo de movimiento.
"Yuki, el protagonista, es un chico que se ha criado en el orfanato frente a cuyas puertas lo abandonaron al nacer. Justo cuando, debido a su edad, debe abandonar el orfanato, comienza a manifestar misteriosos poderes y hacen acto de presencia demonios que desean segar su vida. Por suerte no son los únicos en presentarse antes él, pues Luka y los misteriosos miembros del clan Giou, conformado por personas con poderes misteriosos que trabajan en parejas para derrotar a los demonio, le ofrecen unirse a ellos a cambio de ayuda, protección, y un lugar al que llamar hogar. Pero, por supuesto, la cosa no termina allí... ¿Qué son esos sueños que lo acosan y porque aparece Luka en ellos? ¿Por qué tiene la impresión de conocerlos desde hace tiempo? ¿Y porque es el único con el que Luka se muestra atento y amable?
Todas estas preguntas y otras tantas que van surgiendo hayan su respuesta a lo largo de los 24 capítulos que dura el anime."

martes, 19 de julio de 2011

Miradla, el viento contra su rostro...

Camina a paso ligero pero sin prisa alguna. Se deleita con el viento fresco en su piel, quizás más bien frío, es posible que se resfríe en tirantes como va, pero no le importa, siempre le ha gustado el viento... De pequeña imaginaba que susurraba cosas incomprensibles que era su deber descifrar, otras que los árboles que se mecían a su son en verdad se inclinaban ante ella, saludándola en murmullos. Casi le entran ganas de devolverles el saludo con una reverencia como hacía en aquel entonces, cuando todo lo que supone ahora su presente le parecía tan lejano, enigmático y fantasioso...
Está a punto de cruzar el paso de cebra cuando se percata de que está en rojo, enrojece como un tomate, no porque no suela cruzar en rojo, más bien por la mirada que la conductora que pasa frente a ella le lanza. Esa es una de las cosas en las que no ha cambiado mucho, abstraída en sus pensamientos se distancia del resto del mundo, pero ahora sus pensamientos son tal vez más felices que los que pudiesen consumirla en aquel entonces.
Se siente feliz, temeraria exploradora de aquello que desconocía fuera de sus libros.
Los libros... una puerta más para escapar del mundo real, otra diferencia con su yo de ahora. Los libros siguen extasiándola, pero ya no huye de nada, la realidad cada vez le gusta más... Por supuesto que su vida no es perfecta, nunca lo ha sido y nunca lo será, como cualquier otra vida de cualquier otra persona, pero ahora le gusta más que antes...
Juega a descifrar qué aromas le trae el viento que le revuelve aún más su ya de por sí enredado cabello suelto. Por supuesto que jamás logrará averiguar todos los olores que este lleva consigo...
Siempre le han gustado los aromas, le gustan los perfumes y los brillos de labios con aromas, aunque rara vez los use, le gusta simplemente olerlos...
Miradla, sonrojándose de nuevo y sonriendo tontamente.
También le gusta cómo huelen algunas personas, ya sea por su perfume o el champú que usa... Hay gente que parece oler bien de forma natural, ¿por qué será?
Quizás un perro pudiese contestar a eso... si pudiese hablar.
Se sonroja más si cabe, pues no puede evitar pensar en una persona en concreto... También le gusta su aroma.
Siente el impulso de cerrar los ojos cuando el viento se alza nuevamente sobre ella.
También le gustan las mariposas... En esos momentos tiene la sensación de que en cualquier momento alguna se desprenderá mágicamente de su piel, casi puede sentir el cosquilleo que produce el suave aleteo en su intento por escapar...
Miradla, probablemente en cuanto llegue a su casa se ponga a escribir sobre los delirios en los que se haya su mente perdida mientras camina de cara al viento, sonriendo como una tonta, aunque una tonta feliz, y pensando, por una vez, en personas y sucesos reales que bien podrían ser fruto de su imaginación, pero que son tan ciertos como la sensación del viento en su rostro... como la sensación de mil mariposas surcando su ser, sus entrañas, como describiría uno de esos libros que tantas veces ha devorado.
                                                                       

miércoles, 22 de junio de 2011

Eventos para este verano...

Pues eso, gracias al blog del Festival Gótico de Zaragoza me he enterado de los eventos de interés que se pueden hallar este verano y en la ciudad y aquí estoy para compartirlo con vosotros.

I Muestra de cine fantástico y de terror de Zaragoza:
Del 23 al 26 de junio (de este jueves al domingo). Lo organizan, en colaboración con el ayuntamiento, el Festival de Cine de Zaragoza y Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter del barrio de San José.
Para más información:

Noche en blanco zombie:
Este sábado 25 de junio en la Pza. Mayor y centro cívico (el mismo de antes) de San José. De 20:00 a 2:00.
Para más información:

domingo, 19 de junio de 2011

¿Fin de trayecto?

Miró nuevamente el reloj y resopló.
Se le estaba haciendo eterno el trayecto en bus. Le tocaba ir de pie, pues no quedaba ni un asiento libre, y encima, por mucha gente que bajase, siempre parecía subir el doble...
Miro a su alrededor, aunque difícilmente podría ver más allá de las cuatro personas que parecían haberla cercado como si de las paredes de un estrecho armario se tratasen. No, más bien como un ataúd; se iba a morir de calor ahí dentro. Qué agobio.
Quizás si fuese algo más alta podría ver por encima de los señores esos... A lo mejor se le hacía más llevadero el viaje si el "paisaje", por llamarlo de alguna manera, fuese más variado... Qué tontería; a ver si llegaba pronto a su destino.
¡Agh! Pisotón. Empujón. Ahora al ataúd solo le quedaban dos paredes, y a duras penas era capaz de respirar. Ya no porque la estuviesen aplastando esos dos cuerpos, sino porque la aplastaban sus olores. Casi podría decir cómo habían transcurrido los último minutos de la vida de esas personas por el olor que desprendían.
La pared de cachemira rosa pertenecía a una mujer que, por el fuerte olor a laca y la forma en que intentaba evitar el contacto de su pelo con otras personas, acababa de salir de la peluquería. Y el aroma del otro cuerpo podría ser el de un deportista que volvía de entrenar, de no ser porque su cuerpo era de todo menos atlético. O se había dado cuenta de lo insano de su masa corporal y comenzado a hacer ejercicio, o no se había duchado en su vida.
-¡Qué borde!
Casi pierde pie y muere aplastada por el aspirante a persona sana (o el hidrofóbico, quién sabe), al escuchar aquello.
Una sonriente niña la miraba. ¿De veras le había hablado a ella? Pero si no había dicho nada en voz alta... Al menos de forma consciente.
Giró la cabeza a un lado y a otro.
¿Dónde estarían los padres de la niña? Al menos el ataúd ya no era tal, había bajado una cantidad sorprendente de gente.
Suspiró. Eso significaba, entre otras cosas (a parte de poder respirar de nuevo) que los padres de la niña (o quien demonios fuese que la hubiese perdido de vista) no tardarían en divisarla y quitársela de encima. Porque la cría parecía más que dispuesta a averiguar si eso de atravesar a una persona con la mirada se podía hacer de forma literal.
-Se te ve agobiada -dijo la sonriente niña.
Vaya, seguro que acababa de aprender aquella palabra y se sentía muy orgullosa de usarla. Pues qué bien, le tocaba mostrarse amable.
-Es porque tengo prisa -compuso su mejor sonrisa dedicada a desalentar a los niños pesados que parecían disfrutar irritando a cuantos se cruzaban en su camino a la mínima que sus padres no miraban.
-¿Y por qué tienes prisa? ¿Tienes una cita? ¿Llegas tarde al trabajo? ¿Estás haciendo un recado para alguien?
Genial, era del tipo preguntona.
-No, no me espera nadie preciosa, simplemente tengo ganas de llegar a mi destino.
-¿Sabes? Si no tienes nada importante que hacer, no deberías tener tanta prisa. Podrías parar antes e ir andando -su sonrisa se amplió-. Andar es sano y divertido, puedes ver cosas y nunca sabes con qué te puedes encontrar.
-Exacto -respondió, intentando zanjar la conversación-, nunca sabes lo que puede sucederte. Es mucho más seguro ir directamente.
-Oh, ¿te da miedo? Pero así te puedes perder muchas cosas buenas. Si dejas que te venza el miedo y escoges lo más seguro nunca te podrá pasar nada malo ni tampoco bueno, de la otra forma te pueden pasar cosas buenas y puedes resolver las malas.
Guay, una aspirante a filósofa, seguro que era la rarita de su clase.
-Oye, bonita, ¿y tus padres dónde están?
La niña pareció aguantarse la risa. Genial, si se había escapado o algo por el estilo que nadie contase con que se pusiese a buscar a sus padres, ya tenía bastante con aguantarla hasta bajarse del bus.
-¿Y tú? ¿De verdad no vas ha bajarte hasta llegar al final? Si más o menos ya sabes lo que te espera, ¿qué pierdes con ver lo que hay por el camino?
-Un bonito consejo, el mío es que no hables con desconocidos y te vuelvas con tus padres.
-¿Sabes? También te iría mejor si fueses más agradable, y no solo lo fingieses cuando te interesa.
-¿De mayor aspiras a Pepito Grillo o algo así? ¿Te crees mi conciencia? -apenas podía creerse que le hubiese soltado algo así a una cría, normalmente sabía controlarse.
-A lo mejor te saca de quicio que te diga la verdad a la cara, y eres más consciente de ella de lo que quieres admitir.
Miró fijamente a la niña. Vale, ahora estaba segura de no haber dicho nada en voz alta.
El corazón le dio un vuelco. Un momento, ¿cuándo se habían quedado solas en el bus? Si no había parado desde que la niña había aparecido, ¿no?
-Venga, anímate -dijo-, nunca es tarde para cambiar de opinión -le guiñó un ojo mientras se estiraba para alanzar el botón rojo que indicaba al conductor que parase.
Boquiabierta, su mente comenzó a funcionar a toda velocidad. Quizás bajar no fuese tan mala idea... ¿Quién era esa niña?... ¿De veras estaba dispuesta a cambiar?¿En qué sentido?...
Las puertas se abrieron.
¿Realmente quería bajar?... ¿Realmente tenía tanta prisa por ver la última parada?¿Realmente quería llegar sin haber visto ninguna otra cosa?¿Y si se arrepentía de no haber disfrutado el trayecto?
Apenas lo pensó, cruzó las puertas y salió, dejando tras de sí el sonido de una risa... No, llevándose el sonido con ella.

Bueno, espero que haya gustado, lo cierto es que es una historia algo improvisada. Hacía mucho que no escribía algo de cosecha propia por aquí.

jueves, 2 de junio de 2011

Esta tarde... actuación del grupo de teatro Kabuki

                                                          
Sí, sé que esto debería haberlo puesto con más antelación... otra vez.
Bueno, un año más el grupo de teatro Kabuki tenemos el placer de anunciar nuestra actuación en el centro cívico del barrio Oliver, en Zaragoza, más conocido como "El Tunel". La obra de este año se llama Fóreston, y la actuación (que no es el estreno puesto que este ya fue) es esta misma tarde a las 19:30. Las entradas se pueden comprar en el mismo Tunel y cuestan 2 euros.

"El colegio Fóreston, uno de los mejores del país. Los alumnos aprenderán una gran educación para encajar en los esquemas del mundo cultural, social, intelectual, económico y religioso. Todo parece perfecto, pero la vida de los alumnos no lo es."