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domingo, 11 de julio de 2010

De celtas y astures

Bueno, aquí me teneis de nuevo.
Ayer asistí al 6º Festival de música celta Barrio Torrero, he de decir que Briganthya no me terminó de convencer, pero por lo demás fue estupendo. Hubo un espectáculo de fuegos a modo de representación por parte de Gordo Bordon.
Bueno, y como ya llevo algún tiempo sin hablar de mis lecturas aquí os dejo un libro que, a mi parecer, es toda una golosina para los amantes de la novela histórica, Astur de Isabel San Sebastián.

"En los albores del siglo VII, la sacerdotisa del castro de Coaña da a luz a una niña en una noche sin luna. Una profecía y una maldición sellarán el futuro de Huma, heredera de un don tan poderoso como aterrador. Al sur, en Recópolis, la gran ciudad fundada por Leovigildo, ocupada por los guerreros de Alá, el joven de estirpe goda Ickila es castigado al destierro y decide buscar fortuna en Asturias, el único territorio que aun resiste al poder de Al Ándalus.
Los destinos de Huma e Ickila se entrelazan aun a su pesar movidos por una fuerza ancestral que les arrastra. Él entra al servicio del príncipe Alfonso en defensa de la Hispania cristiana mientras ella luchará con todas sus fuerzas para salvar a su pueblo astur, condenado a desaparecer en la bruma del pasado. Juntos serán indestructibles, pero una sombra amenazadora se cierne sobre ellos."


Y creo que por hoy ya no me queda más que contar.

viernes, 9 de julio de 2010

6º Festival de música celta Barrio Torrero

Como el título indica, hoy viernes, se celebra el 6º festival de música celta Barrio de Torrero, que, aunque en principio estaba programado para el pasado sábado 26, se vió suspendido por la lluvia. Será en el anfiteatro de la Expo, aquí en Zaragoza, a partir de las 21:00 y la entrada será gratuita.
Los grupos que actuarán serán Briganthya, Lurte y Gordo Bordon.
A ver si se anima la gente.





domingo, 4 de julio de 2010

Cavilando, cavilando... el buho se fue volando...

Ultimamente me ha dado por preguntarme si la imaginación del ser humano es limitada...
Porque de una forma o de otra siempre acabamos dándole vueltas a los mismos temas.
Y es curioso porque aun así seguimos teniendo la capacidad de sorprendernos. ¿Será que la imaginación no reside en inventar cosas nuevas, si no en hacer que lo que conocemos parezca distinto?
Vemos cientos de historias referentes a amaores imposibles que terminan en tragedia, pero solo con hacer un transfondo distinto, ese mismo tema repetido una y otra vez logra emocionarnos...
Y lo mismo con cientos de cosas.
Ahora mismo puedo soltar un tema al aire; una criatura fantástica condenada por toda la eternidad a estar vinculada a un objeto a causa de una maldición, otra criatura fantástica repudiada por todos pero que se muestra el único con la capacidad y determinación de liberarla, un final en el que ambos terminan juntos con moraleja y todo.
Y partiendo de ahí podrían sali cientos de historias distintas, a pesar de que parce que en sí ya no puede haber más, y cada una de ellas transmitirá diferentes sensaciones en el lector.
Y esta probablemente es una observación que han hecho cientos de personas de todas partes del mundo y en distintas épocas...
Lo mismo sucede con los temas de conversación, aunque nos parezca algo nuevo, se reciclan constantemente. Puede que esto se apositivo o no, no soy yo quién para juzgarlo, pero me pregunto qué acontecerá cuando nos cansemos de los mismo... ¿Somos en verdad capaces de llegar a más?¿Somos aun capaces de crear nuevas ideas, o serán siempre las mismas dichas con otras palabras?
Tal vez infundan distintas sensaciones, ¿pero no se repetirán estas igualmente?
Bueno, creo que llegados a este punto la cosa ya resulta un tanto liosa, así que mejor lo dejo por hoy.
No era mi intención juzgar ni nada por el estilo, es solo que me ha dado por cavilar sobre ello...

Ah, por cierto, a quien le pueda interesar (que creo que serán pocos por no decir nadie en vista de cuanta gente se pasea por aquí..), desde ayer el blog cuenta con chat, lo podeis hallar abajo del todo.

sábado, 3 de julio de 2010

Más tiempo que matar... (esta vez he optado por un sutil veneno, así que no hay onomatopella)

Otra vez he despertado demasiado pronto... Parece ser que el insomnio se ha aposentado en mi dormitorio y, decidido a despertarme a estas horas, no cede en su empeño por conseguirlo...
Sigo teniendo la certeza de que, a excepción de las veces que intencionadamente comento a mis amistades que he hecho una nueva entrada, por este blog se pasa tanta gente como por el interior de una caja de cerillas...
Supongo que tampoco es que ponga cosas de gran interés. Lo cual me lleva a plantearme seriamente buscar un tema sobre el que escribir ahora, porque tampoco es plan de pasarme toda la entrada poniendo cuanto se me pasa por la cabeza y quejándome...
Veamos...
Ya se, os mostraré un par de imágenes de Mark Ryden, dibujante nacido en 1963 en California.




Fetal Trapping in Northern California.

Night Visit.






viernes, 2 de julio de 2010

Tiempo que matar... ¡Bang!

Ehm... Sí, bueno, ni yo misma sé muy bien qué hago despierta a estas horas... (llevo ya más de una hora en pie)
Así que como consecuencia del aburrimiento y con la certeza de que hace tiempo que nadie se pasa a leer las actualizaciones de este blog, voy a esribir cuanto se me pase por la cabeza en estos momentos... Uhm...
¡Ah! Ya es oficial que tendré mi zanfoña para el próximo verano. Para quién no sepa de qué diantres estoy hablando, diré que se trata de un instrumento de cuerda frotada con rueda cuyo origen se remonta a la Edad Media. Aquí teneis unas imágenes de una zanfoña medieval, que es el modelo que tendré en mis manos el año que viene:

Y ya puestos os dejo un video de Eluveitie en el que la zanfoña hace acto de aparición, aunque se trata de un modelos distinto al medieval que se ve en las fotos anteriores:

Y estos otros:


A ver, ¿sobre qué más podría escribir? Bah, da lo mismo... Ya escribiré más en otro momento.

jueves, 1 de julio de 2010

Como Luna y Sol

Aquí os dejo otro relato de mi propia cosecha:

Dos muchachas caminaban cogidas del brazo junto al camino, descalzas sobre la yerba. Pasó por allí un muchacho que paró solo para contemplar su belleza.
Una tenía los cabellos largos y lisos hasta la cintura, del color de la noche sin luna, cuyo pálido mortecino parecía hacerse eco en la tez de la joven, destacando sobre su rostro de rasgos delicados unos grandes ojos azabaches. Era de talle frágil y delgado, un par de centímetros más baja que su acompañante. Lucía un vestido de gasa negra bordado con perlas, de media manga y ceñido bajo sus pequeños senos por una cinta plateada. Portaba una sombrilla de punto negro que tan solo la cubría a ella.
La otra muchacha, de rizos dorados que le caían hasta los hombros, era de tez bronceada y almendrados ojos ambarinos. Su figura, más fornida que la de su compañera, indicaban una excelente salud. Sus senos generosos se adivinaban a través del escote cuadrado de su vestido anaranjado, de largas y anchas mangas, bordado con hilos dorados y ceñido por un corpiño escarlata.
Ambas jóvenes se detuvieron, y el muchacho se supo descubierto al ver como lo contemplaban con senda sonrisa burlona en los labios la joven de rizos dorados, y lánguida la de cabellos de cuervo.
La respiración se le cortó al observar como la primera avanzaba unos pasos en su dirección.
-¿Quién de nosotras te parece más hermosa? - le preguntó ella para su sorpresa. Su voz era aguda y vivaracha.
-Yo...yo... - el joven apenas acertaba a responder- No sabría decir... Sois ambas preciosas... - se mordió la lengua sin entender muy bien lo que sucedía, sin comprender ese magnetismo hipnótico que parecía irradiar la muchacha, que casi habría jurado desprendía la luz del día que en verdad debía provenir del Sol.
La otra joven se aproximó a ellos y habló con voz suave y taimada.
- ¿Y a cuál de nosotras coronarías reina de la vida y de los hombres si se te encomendase la tarea?
Aquella pregunta descolocó al muchacho, que no salía de su estupor ante tan extraña conversación.
- No...No lo sé, no os conozco... - fue todo cuanto atinó a decir.
La joven del corpiño escarlata emitió una risilla divertida:
- Eso tiene solución -afirmó- Yo soy reina en un reino bendecido por las más fértiles tierras. Allí luce el Sol como en ningún otro sitio y no sufrímos las inclemencias del frío, pero el agua cada vez escasea más, y la amenaza de la sequía cierne su yerma mano sobre nuestras vidas. Las aves rapaces sobrevuelan nuestros cielos, el venado pasta a sus anchas y las gallinas ponen sus huevos sin temor a los predadores que en otros lares aprovechan el resguardo de la noche para hacer de ellos sus presas. En mi reino no hay tinieblas tras las que ocultarse...
- Porque la luz lo ciega todo - interrumpió su compañera - ¿Y qué necesidad hay de ocultarse entre tinieblas cuando el ciego no puede verte? Siempre hay cosas que es mejor que cubran las sombras. Mi reino tal vez no cuente con las tierras tan fértiles del suyo, pues el Sol no nos bendice con la misma gracia. Pero el agua surca las surca en abundancia, la Luna y sus mareas nos aseguran los tesoros del mar. Los buhos vigilan nuestros cielos, las cigarras nos regalan su melodía y las luciérnagas nos deleitan con sus danzas luminosas. El calor y el bochorno no perturban nuestros sueños...
- Y las sombras guarecen sabe quién qué horrores -fue esta vez la muchacha de dorados rizos quien interrumpió.
Ambas muchachas se taladraron con la mirada. El joven carraspeó en un intento por atraer su atención. Cuando lo hubo logrado habló en tono conciliador:
- Tal vez, en vez de discutir quién es la más hermosa o quién mejor reina, podrías aunar fuerzas.
Una tiene una tierra fértil bendecida por el Sol, pero este mismo hace escasear las aguas, que en el reino no tan fértil de la otra abundan.
- Pero ambas no podemos ser reinas de un mismo lugar - objetó la joven de rizos dorados.
- ¿Un mismo lugar? -el joven se mostró desconcertado- ¿Pero acaso no habeis hablado de reinos tan dispares como la noche y el día?
- La noche y el día -puntualizó la joven de ojos azabaches-, podrán ser distintos, pero siempre las verás en todas partes, en un mismo sitio a distintas horas.
- Pero... pero... - el confuso muchacho buscó las palabras que necesitaba- Pero hablábamos de reinos tangibles, no de la noche y el día...
- ¿Y el Sol y la Luna? -dijo la joven de embarinos ijos- ¿Te parecen poco tangibles? ¿O acaso te sería necesario abrasarte al tocar el Sol, como un pobre Icaro, para considerarlo así?
¿Se burlaban de él? El joven ya no entendía nada. ¿Qué pretendían aquellas muchachas?
- Nos aburres - sentenció la muchacha de ojos azabaches- No es probable lograr hacer entender a alguien que no quiere.
Y ambas muchachas marcharon hasta perderse en la distancia, dejando allí a un joven que incapaz de apartar la vista de su belleza, que desde aquel momento, junto a sus palabras, quedaría grabada a fuego en su memoria.
Así, desde entonces y hasta el día de su muerte, el joven, que se volvió hombre, y llegó a anciano, dió vueltas en su cabeza a una única pregunta:
¿Acaso podrían el día y la noche vivir la una sin la otra, a pesar de mostrarse tan distintas?